En las escuelas de negocios, ingeniería o leyes, nos enseñan a mirar el mundo desde el espejo retrovisor, donde el pasado se asemeja al presente y este al futuro. Quizás esto se deba a que nuestro modelo educativo tradicional no ha cambiado en siglos. Sin embargo, vivimos tiempos de incertidumbre y es necesario acostumbrarse a trabajar, emprender e innovar, aceptando nuestra confusión ante la ambigüedad y la ansiedad que nos provoca la fragilidad de la existencia.
Por eso, aunque pasen los años, seguimos aprendiendo de los arquitectos de este nuevo mundo. Uno de los más influyentes es Steve Jobs, cofundador de Apple. En el umbral del cambio continuo, Jobs no desarrollaba grandes estrategias predictivas para adelantarse a sus rivales, sino que esperaba con humildad "el próximo gran acontecimiento".
En su famoso discurso en Stanford, Jobs relató cómo fue despedido de Apple, la empresa que él mismo había fundado. "Muchas veces la vida te golpea con un ladrillo en la cabeza", dijo, sugiriendo que ese duro fracaso le permitió conectar con su parte más creativa, abrirse a nuevos conocimientos y desplegar habilidades inéditas que le prepararon para convertirse en uno de los constructores del futuro.
"La pesadez de tener éxito fue reemplazada por la iluminación de ser un principiante otra vez. Me liberó y entré en una de las etapas más creativas de mi vida. Durante los siguientes cinco años, fundé NeXT y Pixar". Pixar llegó a crear el primer largometraje animado por ordenador, Toy Story, y es ahora el estudio de animación más exitoso del mundo, que revitalizó a Disney. En un giro notable, Apple compró NeXT, y Jobs regresó a Apple, convirtiendo la tecnología desarrollada en NeXT en el corazón del actual éxito de Apple.
Steve Jobs es un claro ejemplo de liderazgo effectual, que se basa en el principio del "piloto en el avión": una visión que asume que el futuro no es predecible, pero donde los emprendedores expertos, apoyados por actores interesados en su éxito (stakeholders), pueden co-controlar muchos de los factores que determinan un futuro atractivo.
En el momento más difícil de Apple, cuando en 1996 estaba al borde de la quiebra, Jobs trajo innovación al modelo de la empresa basándose en una idea simple: aprovechar lo que tenía. Construyó un gran ordenador con un diseño atractivo y financiamiento de Microsoft, su archienemigo, cambiando la trayectoria de la empresa de caída libre a éxito.
El factor estético y de diseño, base del modelo de negocios de Apple, no se enfocaba en predecir, sino en controlar e imponer gustos. Jobs nos enseñó que no se puede luchar contra la incertidumbre; debemos aprender a manejarla.
Jobs no era solo un visionario inventor o genio creativo, sino un observador y ejecutor implacable, capaz de extraer lo mejor de las personas. Basó su éxito en el control y el conocimiento existente. Su famosa cita de Picasso lo resume: "los buenos artistas copian, los grandes artistas roban". Jobs adaptaba y aplicaba magistralmente lo que otros habían creado.
Los emprendedores expertos se concentran en lo que pueden controlar y abrazan las contingencias como nuevas oportunidades. Hay una disciplina a la que estos líderes adscriben: preguntarse continuamente, de forma individual y colectiva:
Estas preguntas ayudan a identificar su "pájaro en mano", los medios que tienen a su alcance para tomar acción. Manteniendo estas preguntas en mente, los emprendedores enfrentan el presente y construyen el futuro
Los líderes efectuales no se aferran a planes del pasado. Esta es la base del éxito de Jobs y de quienes innovan abrazando el presente. Apple entendió que tener ordenadores propios era solo el comienzo. Luego, nos mostró que ser autónomos y creativos dependía de nuestro móvil, derivando también en productos como el Apple Watch, AirPods e iPads, que ninguna planificación estratégica hubiera podido prever.
Los líderes efectuales viven sin barreras de contención, abrazando el presente e inventando el futuro, efectualmente. Esta es la clave del éxito de Steve Jobs y de los que se atreven a innovar en tiempos de incertidumbre.
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**Artículo basado en las enseñanzas de Steve Jobs y la teoría de Effectuation.*